Parratoro transita entre dimensiones, entre lo real y lo virtual conformando poéticas electrónicas cuyos elementos visuales son la línea, el punto y los planos. Su geometría conformada por bits y pixeles no es mecánica, sino todo lo contrario es una construcción de trazos infinitos, vívida y palpitante.

Sus acrílicos ópticos con técnica de moaré -efecto geométrico de distorsión- proponen al espectador que descubra las contorsiones de las líneas, el nacimiento de los colores y la aparición de las figuras escondidas.

En su trabajo de realidad aumentada El pensamiento es materia el código de acceso (QR), unidad cultural icónica de nuestra sociedad actual, se presenta en un soporte pictórico clásico para alertar sobre su cualidad de obra de arte a modo de Vivo Dito de la era digital.

AiControl, es una producción de realidad virtual constituida por un video con un mensaje de concientización, y la obra en sentido estricto experimentada con óculos. En esta última, una especie de torbellino cinético absorbe y expulsa al artista en un universo paralelo. Parratoro es el viajero abducido por la Net, el espectador sumergido, un turista desprevenido, y el observador externo es el tercer pasajero, que presencia las reacciones que provoca la obra.