Crear Mundos

La muestra virtual Crear Mundos reúne por primera vez, diez obras de la artista Monserrat Méndez (Corrientes, 1987), producidas digitalmente entre 2019 y 2023, con el programa Corel Draw en el que desarrolla paisajes geometrizados. Estos se componen de arquitecturas y espacios imaginarios construidos mediante la yuxtaposición de formas geométricas básicas, el uso de colores nítidos y saturados, perspectivas en ocasiones forzadas y, la ausencia de personajes. 

Para producir las obras digitalmente, Méndez parte de un planteo arquitectónico como la cantidad de puntos de fuga que habrá y donde colocará la línea de horizonte, que determinará la vista que tendrá el espectador al observar los diseños. De esta manera, comienza a intercambiar los bloques que va yuxtaponiendo o encimando y, modificando la composición a medida que crea. 

A su vez, experimenta con los colores que emplea, los puntos de fuga, las perspectivas y los espacios arquitectónicos, como es el caso De adentro hacia afuera (2019).¹

A partir de 2020 en adelante, la artista incluye en los paisajes ciertos elementos reconocibles como los árboles de En la distancia (2020), las piscinas de Día de verano (2020), y Una tarde (2022) o, la construcción de La casa al fondo (2023), a los que, gracias a los colores que aplica ayuda al espectador a relacionarlos con objetos del mundo real.  

Sin embargo, aunque las formas que Méndez coloca en sus construcciones son identificables y nos ayudan a ponernos en contexto, la artista pretende que el espectador pueda reconstruir, imaginar o crear su propia historia, dentro de espacios imaginarios que van más allá de los límites de la realidad conocida. La artista declara que sus obras “se sumergen en los modos de ver y percibir la realidad, tan relativas y diferentes en cada individuo”. 

Dos componentes fundamentales de sus diseños son la ausencia de personajes y lo estático del tiempo. Estos recursos intencionales producen que el espectador no se sienta condicionado para interpretar las obras. Característica que remite a las obras de la artista Leila Tschopp, quien crea escenas arquitectónicas con formas geométricas y perspectivas algunas veces dislocadas, donde el visitante es el único que las habita. Con este procedimiento, Méndez invita al público a tomar conciencia de la existencia del tiempo, y a imaginar lo que pudo haber sucedido antes o después de la escena que plantea.

Es en el 2018 cuando la artista incursiona en el ámbito del arte digital y lo combina con su profesión de arquitecta. Al mismo tiempo, se ubica  dentro de la tendencia de artistas argentinos como Alfredo Dufour, Nana Schlez o Mateo Unamuno, que utilizan herramientas digitales para crear obras en las que se hacen presentes los nuevos medios, procedimientos y soportes más recientes.

Desde ese año, Méndez comienza a diseñar digitalmente paisajes geometrizados por bloques, los que remiten a “los bloques de colores de madera con los que juegan los niños”. Este componente es fundamental para la artista, ya que su obra se encuentra ligada a la infancia.

A su vez, esta tendencia de las construcciones arquitectónicas dentro de las obras en las que el espectador queda sumergido, apunta directamente a las pinturas del británico David Hockney (Bradford, Reino Unido, 1937), quien desde la década de 1960 incluye edificaciones modernistas en sus pinturas, como casas, piscinas y el uso de paletas con colores de la estética Pop, que logra gracias a la pintura acrílica.