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El silencio del espanto
“El arte es siniestro porque siniestra es la vida”
Libero Badii
Natalia Biasioli presenta en esta exhibición obras de cerámica esmaltada acompañadas de pinturas en acrílico, tinta y carbonilla realizadas entre los años 2021 y 2022. Las esculturas se exponen individualmente o agrupadas en escenas que generan un clima de extrañamiento.
La artista se interesa por la transformación, el camuflaje y el cruce entre lo humano, lo animal y la naturaleza. Los tres planos irrumpen tanto en el lienzo como en la cerámica. Desde sus propias palabras, Biasioli le falta el respeto al material al no trabajarlo tradicionalmente. Al barro, producto de la mezcla de agua y tierra, lo modela a su manera otorgándole a cada pieza un desborde de emociones, como el miedo y la impotencia. Son piezas realizadas desde la conmoción, a las que les adhiere distintos ornamentos, en ocasiones provocativos. A su vez están desordenadas, amontonadas, en diversas posiciones que generan escenarios donde los personajes interactúan. Sus obras suceden desde lo inesperado insinuando la palabra o el silencio. Las miradas, además, por presencia o por ausencia, son recurrentes. Las aves no tienen ojos, no pueden ver o quizás no quieren ver el entorno que las rodea.
En las pinturas en acrílico, como La abundancia (2021), Biasioli juega con el estallido de colores con una explosión de pinceladas desconcertantes y desordenadas. Misteriosamente, se vislumbran dos figuras diminutas carentes de color que aparentan ser cuerpos humanos con picos de ave. Son figuras enigmáticas entre esos planos estallados.
En Irrupción (2022) se visualiza la ausencia cromática y se imponen los claroscuros con pinceladas más cerradas y desprolijas. Los trazos se enmarañan, se atraviesan entre sí y en ese paisaje desconocido e intrigante surgen nuevamente dos figuras ininteligibles, sin definición alguna. Biasioli juega con ese mundo de la sospecha, del silencio, de la no palabra.
La artista moldea en arcilla ese mundo fantasmagórico de las pinturas y lo reencarna en piezas escultóricas huecas en formas de aves con pinceladas de vegetación colorida. Son cuerpos de dimensiones medianas, incompletos, sin alas ni ojos, algunos sutilmente insinuados. Las fisonomías bordean el límite de la fantasía. Son formas híbridas que se apartan de los modelos clásicos acercándose al concepto de arte siniestro.
La figura IV es una imagen de enorme potencial visual con el ave central que lleva en su boca una cría o una presa. Un interrogante sin respuesta. Una escena teñida por el enigma, caracteriza a estas aves que se agrupan en un mutismo ensordecedor. Aunque aparenten ser inofensivas la artista expone el lado oscuro de sus obras.
Las tres aves de la figura V son masas azules de textura áspera y cuerpos retorcidos, picos puntiagudos y cavidades huecas que aparentan una posible ceguera. Son contundentes y dramáticas. ¿Sospechan algo? ¿Descubren algo o simplemente están desconectadas en un mundo oscuro? Le agregan terror a la serie dos aves con sus cabezas coronadas por nidos de serpientes que llevan dientes en el pico.
La artista trabaja con lo impensado, desde los sentimientos más viscerales que se experimentan en la vida. Así se aproxima a la obra del escultor autodidacta El Búlgaro, Luis Freisztav (1954-2008) cuyos animales de cerámica y cartapesta poseen un carácter singular y su obra trasmite también un clima de tensión y densidad. Tanto El búlgaro como Biasioli crearon de su entorno cotidiano de sus barrios y de sus experiencias personales.
Las figuras VII, VIII y IX sorprenden e impactan con sus posturas petrificadas: inquieta el rojo sangre que recubre todo el cuerpo de un ave; en la otra el pico ensangrentado parece haber picoteado el corazón; la tercera figura, comprimida dentro de una masa negra y rugosa que le cubre incluso los ojos, abre su pico como en una queja.
La serie finaliza con una obra en la que irrumpe un elemento humano: un corazón en el centro de un círculo de aves. ¿Lo huelen? ¿Lo perciben? Una de las aves abre su pico. Es un grito ahogado frente a la escalofriante escena. Un grito que interrumpe la angustia colectiva y nos rememora los versos de “El Cuervo” de Edgar Allan Poe: “¡Aparta tu pico de mi corazón! ¡Espíritu maligno!”.
Biasioli revela un universo de emociones vinculadas a lo trágico y a lo siniestro a través de sus figuras. Sus manos moldean el silencio del espanto cuando el lenguaje no alcanza.
María Amato – curadora
Artista: NATALIA BIASIOLI
Curaduría: MARÍA AMATO
Inauguración: 30/08/2023
Docentes: EUGENIA GARAY BASUALDO / YANINA ISPIZUA
Diseño web: LAURA PALADINO
Carrera: LICENCIATURA EN CURADURÍA Y GESTIÓN DEL ARTE
Dirección de la Licenciatura: LUCIANA GARCÍA BELBEY
Dirección del Departamento de Arte:
MARÍA ELENA BABINO
Natalia Biasioli
Nació en Buenos Aires, en 1975. Es una artista visual graduada como pintora en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Su formación se completó en los talleres dictados por Horacio D’Alessandro y Felipe Pino. Entre los años 2000-2001 fue editora y directora de Al Ver Verás, el Arte en el Ojo, revista mensual de artes visuales.
Biasioli trabaja a diario su obra autobiográfica en su taller de La Paternal y es docente. Pertenece al circuito “La Gran Paternal Estudios Abiertos”, del que participa hace muchos años mostrando su trabajo y su espacio al público. Fue parte de varias exposiciones colectivas y llevó a cabo otras individuales entre las cuales se destacan: 2022. Demasiado Humano, Hotel Home, Buenos Aires; 2017, Pasto, Espacio de arte de Horacio D´Alessandro, Buenos Aires; 2007. Ver Duele, Elsi del Río, Buenos Aires.
En 2009 fue seleccionada en pintura para el Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano; 2008 Mención Honorífica Premio Fundación Williams de arte joven Centro Cultural Borges; 2007 Segunda Mención Especial del 4º Salón anual de Pintura Ciudad de Mercedes; 2001, Distinción Especial -Exposición Internacional de artistas plásticos argentinos – Liga de fomento y turismo de Punta del Este – Pcia. Bs. As.; 1996 Primer premio Salón Primavera E.N.B.A Prilidiano Pueyrredón Bs. As. Beca de estudios con Felipe Pino.
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